Importancia de los medios de vida en los proyectos de respuesta humanitaria
Los medios de vida comprenden las capacidades, bienes y actividades que se requieren para poder generar un ingreso (activos) y tener una forma de sustento en la vida. Los medios de vida se encuentran conformados por 5 activos o capitales, los cuales son: Recurso Humano, Recurso Social, Recurso Financiero, Recurso Natural y Recurso Material. (FIRC, 2020).
Guatemala forma parte de los países considerados como “megadiversos” debido a su riqueza cultural, étnica, florística y faunística, lo que ha permitido el desarrollo de diferentes formas de subsistencia para sus habitantes, principalmente de origen natural y agrícola; sin embargo, debido a diferentes factores naturales característicos de nuestro país, tales como: ubicación geográfica, diversidad de climas, topografía, convergencia de placas tectónicas (Cocos, Caribe y Norteamérica), actividad volcánica, tipos de suelos, entre otros. Hacen de Guatemala el segundo país con mayor con mayor riesgo a desastres y crisis humanitarias de los 33 países de la región, según el Índice de Gestión de Riesgos para América Latina y el Caribe (INFORM-LAC, 2019).
En el contexto Guatemalteco y en los diferentes desastres provocados por fenómenos naturales, se han denotado diversos tipos de estrategias utilizadas por la población afectada, como una forma de anteponerse a las crisis, siendo una de las principales estrategias de supervivencia la migración, esto luego de haber perdido sus medios de vida y sus activos; dentro de estos podemos mencionar: cultivos, propiedades, estructuras, herramientas, materiales, medios o rutas de transporte, entre otros.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, a través del documento “Directrices de la Federación Internacional para programas sobre medios de vida”, con el fin de salvar vidas, proteger los medios de sustento, apoyar la recuperación después de desastres, crisis y eventos de migración, así como posibilitar una vida sana y segura, propone las siguientes formas de intervención:
Programa de Recuperación Temprana: Este tipo de abordaje consiste en la evaluación, planificación y ejecución de actividades destinadas a fortalecer la calidad y la incidencia de las intervenciones de socorro, así como el apoyo a las personas afectadas por desastres durante los primeros momentos, días, semanas, meses, en este se desarrolla una transición entre el socorro (acción inmediata) a la recuperación.
Programas de Fomento del Desarrollo: En este tipo de programas se busca alcanzar medios de vida sostenibles para la población beneficiaria, con los cuales se favorece el fortalecimiento de la comunidad y su capacidad para resistir y superar la adversidad, además de contribuir a mejorar la seguridad alimentaria y a garantizar el acceso a los servicios de salud y de educación.
Estos dos tipos de programas son ejecutados a través Cruz Roja Guatemalteca, después de un evento catastrófico (según la naturaleza del mismo), provocado principalmente por fenómenos naturales y/o en menor grado, por causas antropogénicas. Cómo respuesta ante estos eventos, se implementan acciones de suministro, restablecimiento, fortalecimiento, diversificación y protección de los medios de vida de la población vulnerada o en situación de vulnerabilidad, con miras a establecer medios de vida sostenibles que permitan la creación de comunidades resilientes, capaces de adaptarse a las adversidades, generar nuevas fuentes de sustento y mejorar tanto su bienestar como el de las generaciones futuras.
Cruz Roja Guatemalteca, a través del Programa Migración, implementa acciones integrales, incluyendo el enfoque de medios de vida cómo un eje transversal en sus intervenciones, con énfasis en población migrante retornada y/o desplazada por violencia. Tal es el caso de la Comunidad de San José Calderas, del departamento de Chimaltenango, que forma parte de las poblaciones beneficiarias de los proyectos ejecutados por Cruz Roja Guatemalteca. Esta comunidad posee un porcentaje aproximado de 65% de familias, en las que al menos un integrante ha tomado la decisión de migrar hacia países del norte de América, cómo una estrategia de supervivencia, la cual inició en el año 1998 y se intensificó a partir del año 2,000, a causa del Huracán Mitch; evento natural que provocó pérdidas parciales y totales de los cultivos en la comunidad, así como la pérdida de la capacidad productiva de sus suelos. Siendo las actividades agrícolas el medio de vida principal, la comunidad se vio forzada a buscar nuevas estrategias o medios de subsistencia.
En el año 2008, un total de 97 personas migrantes provenientes de la comunidad de San José Calderas, instaladas en Postville, Iowa; fueron forzadas a retornar a su país de origen, quienes tiempo después y con el fin de crear fuentes de ingreso para las personas migrantes retornadas de la comunidad, conformarían la Asociación Pro-mejoramiento de Deportados Guatemaltecos -APRODE-. A través de APRODE los comunitarios se han capacitado como guías de turismo para el ascenso a los volcanes del país, siendo su principal destino el volcán de Acatenango (por encontrarse la comunidad ubicada en las faldas del mismo); sin embargo este medio de vida, así como otros, han sido destruidos o se han visto afectados a causa de la crisis actual por CoViD-19 en Guatemala, afectando de manera directa el sector Turismo por el cierre de fronteras y las disposiciones presidenciales que especificaban la prohibición de reuniones y actividades con fines recreativos.
Consciente de la necesidad de establecer medios de vida sostenibles para la población en situación de vulnerabilidad, y con el fin de reducir el sufrimiento de los miembros de la comunidad que han perdido sus medios de subsistencia, o estos se han visto afectados, Cruz Roja Guatemalteca realizó un Diagnóstico Rural Participativo con enfoque en medios de vida en la comunidad de San José Calderas, promoviendo la equidad de género e inclusión social, a través de una participación del 50% de mujeres en las reuniones convocadas.
Con la participación de líderes y lideresas comunitarias, Cruz Roja Guatemalteca ha facilitado este proceso participativo a través de herramientas que permiten a los comunitarios recopilar y plasmar información sobre la situación actual de la comunidad, así como sus necesidades más sentidas, identificación de problemas y oportunidades para el restablecimiento, fortalecimiento y diversificación de sus medios de vida.
Este proceso será la base para la elaboración de un informe diagnóstico sobre medios de vida de la comunidad, por medio del cual se identificarán las necesidades de formación y oportunidades de emprendimiento.
A través de este proceso se busca demostrar la importancia de los medios de vida en los proyectos de respuesta humanitaria, la necesidad de un acompañamiento a largo plazo de los mismos para asegurar su sostenibilidad y la implementación de acciones con pertinencia cultural e inclusión social.
Cuando los medios de vida de una comunidad son irrumpidos o destruidos, sus integrantes pierden la capacidad de adquirir los bienes y servicios básicos, necesarios para una vida digna. Las crisis económicas, los desastres ocasionados por fenómenos naturales, los efectos del cambio climático y las emergencias sanitarias, ponen en riesgo la economía, salud, educación y seguridad alimentaria de las poblaciones con mayor vulnerabilidad en el país. Las acciones o proyectos que integran el enfoque de medios de vida en sus intervenciones, son la respuesta para evitar el uso de estrategias negativas de supervivencia ante la adversidad, las cuales pueden ser irreversibles y perjudiciales para los medios de vida y para la propia integridad de los comunitarios.
Oswald Danilo Argueta
Técnico en Medios de Vida
Programa de migración
-Cruz Roja Guatemalteca-