El afecto, una acción que trasciende generaciones
En el año 300 d.C. Roma estaba pasando por amenazas debido a su crecimiento. Esto hacía enviar a todos los varones de la región, al frente para luchar. El emperador Claudio III, había notado que los hombre casados o con pareja, eran los que menos llegaban al frente. Viendo la situación Claudio, mandó a prohibir toda clase de unión matrimonial, provocando que las personas demandaran casarse escondiéndose de la ley.
Pero no lo hacían solos, en esa época existió Valentín, un sacerdote que estaba dispuesto a casar a toda pareja que quisiera, porque tenía admiración por las personas que se amaban y lo mucho que deseaban estar juntos.
Cuando el emperador Claudio se dio cuenta de que a pesar del dictamen, los hombres seguían casándose y ausentándose en el frente, hizo las averiguaciones necesarias y mandó a encarcelar a Valentín para luego ser sentenciado a muerte.
En la prisión Valentín conoció a una joven, bastante bella y con un alcance intelectual realmente grande. La joven no sabía leer ni escribir. Valentín en su afán por el servicio a los demás, decidió instruirla y enseñarle todo lo que sabía.
Cuando llegó el momento de la ejecución de Valentín, ya tenían una relación bastante estrecha con la joven. Haciendo que ella se presentara el día de su muerte, para colocar sobre el lugar, la única carta que Valentín le había escrito. En la cual terminaba diciendo: ‘de tu Valentino’.
La frase se hizo sumamente famosa y desde entonces el 14 de febrero se conmemora el día del amor y la amistad, invitándonos a ayudar a todo el que se pueda y mostrando afecto a quien lo necesite.
Porque el afecto deshace fronteras y detiene la hostilidad. Crea un ambiente agradable para nosotros y los que se encuentran a nuestro alrededor.
Cuando examinamos las muestras de afecto, nos damos cuenta que se trata de una acción que no espera recibir nada a cambio. Sólo se busca el bienestar de la otra persona y ser junto a ella.
La vida nos regala momentos de alegría y cada persona tiene una manera maravillosa de existir, llevándonos a ver la vida desde otra perspectiva y aprendiendo de cada experiencia.
Disfruta de las cosas pequeñas. De la vida, música, caminar, leer, escribir, pinta, baila, canta… exterioriza todo lo que tu mente tenga por decir y descubre lo que otras personas pueden enseñarte.
Las cosas que compartimos con los demás llenan de gratitud el entorno, creando un ambiente sano. La ayuda que brindamos genera en otras personas conciencia para ayudar, creando una cadena de favores que crece de persona en persona.
En el mundo existen muchas personas dedicadas a ayudar a quien lo necesite. Debido a eso, recordamos a Henry Dunant (8 de mayo de 1828 – 30 de octubre de 1910), fundador del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dedicado a la ayuda humanitaria, prevenir y aliviar, en todas las circunstancias, el sufrimiento humano; desde que presenció la Batalla de Solferino en el año 1859. Su impresión fue bastante grande cuando notó que en los hospitales, ayudaban a unos y despreciaban a otros. Desde entonces, el Movimiento, brinda ayuda sin ningún tipo de discriminación o estigma, siguiendo sus 7 principios fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad.
Escrito por, Dina Velarde.
Guatemala, 14 de Febrero de 2017.